¿De qué color va vestida esa chica?

Dos chicas, A y B recordaban una vieja historia juntas. Y se pusieron a discutir por el dibujo que estaba colgado en una de las paredes del rellano de la escalera del colegio al que iban.

En él se veía a una niña cogiendo flores ante la puesta de sol.

Pues A dijo: "¡Ah, qué de recuerdos!. Te refieres al dibujo de la niña con ese vestido amarillo tan bonito ¿no?"

A lo que B respondió: "¡No, el vestido era rojo, igual que la puesta de sol!"

-¡Era rojo!
-¡Que va, fijo que era amarillo!
-Vale, pues entonces ¿porqué no vamos y lo comprobamos?

Las dos niñas, llenas de entusiasmo llegaron al viejo y nostálgico colegio. ¿De qué color era el vestido de la niña?

¿De qué color era?

Pues... no tenía color. No era más que un dibujo en blanco y negro. El vestido que esa silueta tenía no era más que unos garabatos negros. Y, aun así, ambas chicas estaban seguras que ese vestido era de algún color.

¿Ves? Los recuerdos son algo borroso. Tienden a dar color a algo que no lo tenía, a hacer las cosas más dramáticas de lo que eran, a idealizar otras... Se le da más significado del que realmente tenía. Por eso yo no me creo nada en cuanto a "bonitos recuerdos".

¿En qué crees entonces?

En ti. Sólo en ti. En lo que tengo delante.

*僕等がいた