Enseñanos a orar.

Esto lo escribí... el 18 de septiembre de 2007:

El Domingo estuve en el coro de Felix Boix. En este caso estábamos sólo 5: Elena, Rocío, Francis, Juanma y yo. Sólo 5, pero en el ensayo sonaba de maravilla. Me emocioné porque llevaba mucho tiempo sin ir al coro por el verano, y sonaba de maravilla.


Mira que soy el peorcito del coro. Y no es que lo diga para dar pena ¡es que es verdad!. Juanma toca la guitarra que es un flipao, Francis idem pero con el clarinete. Y Elena y Rocío saben muy pero que muy bien cómo cantar. Cantar es un "instrumento" mucho más difícil que la guitarra. Es demasiado complejo.

Y ahora salto a Honduras, pues ¡me puse a tocar la guitarra allí!. Bueno, pero que conste que en una de las misiones nadie sabia tocar la guitarra y la otra tocaban de una forma un tanto distinta (vamos... guitarra eléctrica en la Iglesia).

Empecé enseñando rápidamente a los chicos de Sandoval, pero tuve muy poco tiempo, así que les dejé todo el material y les mencioné que debían currárselo mucho si querían sacar un coro, porque tocar la guitarra tampoco era cosa de dos días. Aun así toqué algo durante la convivencia de la misión juvenil. El problema es que ellos se saben las canciones de otra forma... vamos, mucho lio.

Luego, en el siguiente pueblo llamado"La Pineda", me dio por tocar durante la misión infantil. ¿Adivináis el qué? ¡El hipopótamo! Que divertido. Pasamos de tener un grupo de 8 niños a que "el enganche" provocase un grupo de 100 niños al cabo de 5 días. ¿CÓMO CONTROLAS A 100 NIÑOS? Pues... con la música amansas fieras...

Pero la mejor experiencia fue con los jóvenes de "La Pineda": conseguimos hacer un coro temporal para cantar durante las celebraciones.


Este año, por cuestiones de tiempo y dinero, no podré seguir con clases de guitarra. Es una de las cosas a sacrificar, pero que en cuanto tenga un ratito... me escaparé a tocar otra vez. Por ahora, el único sitio donde puedo hacerlo es en la oración... y me encanta.