La parada de autobús*
>> miércoles, mayo 07, 2008
Estaba en Ciudad Universitaria esperando el autobús. Concretamente en la parada que está enfrente del jardín botánico. En esto que se para un coche enfrente. Era un chico sonriente, y curiosamente estaba escuchando música clásica.
Mientras que el chico tarareaba la canción -es curioso, nunca había visto tararear música clásica- miró hacia donde estaba yo... pero realmente estaba mirando el retrovisor, el cual colocó bien. Y mientras lo hacía me miró. Yo aparté la vista, pero al instante él dijo: "Hola, ¿estas esperando el autobús?". Yo le contesté "Pues sí, es que está tardando y..."-me cortó- "Pues una niña tan mona no puede estar pasando tanto calor, así que súbete que te llevo". "No es que yo...". "Date prisa prisa, que está verde".
Como no sabía que hacer, me puse nerviosa y subí al coche. "Hola, me llamo Sergio". "Yo Ana, encantada". "¿Dónde te llevo?" Y así charlamos un rato. No es que fuese mucho, pero en ese tiempo al chico le dio tiempo a contarme muchas cosas: entre ellas que le le gustaría ser algún día músico, aunque sabía que a esta edad era imposible. Al menos se le veía muy ilusionado. Es un chico un tanto extraño: habla de cosas que no suelen hablar los demás y es un poco inseguro: le cuesta mirar a los ojos -aunque es verdad que estaba conduciendo-. Me dejó en en una calle al lado de mi casa justo antes de un semáforo. Me miró con una sonrisa diciendo "Espero llevarte otro día" y cuando me miró a los ojos, esta vez no aparté la vista. Pero él la apartó. Y nervioso se fue conduciendo, ya que el semáforo llevaba un rato en verde. Realmente su problema es que es inseguro. ¡Con lo fácil que es hacer las cosas sin vergüenza!.
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