Celos
>> sábado, enero 30, 2010
Hace un tiempo escribí sobre celos. Fue para averiguar si los celos tenían algo que ver con el amor y en otro caso, mi ignorancia al solucionarlos.
Yo tengo claro una cosa: los celos no son amor. Son otra cosa: esconder un problema el cual se intenta solucionar atribuyéndole que es parte del amor. Yo lo veo de otra forma: los celos son provocados por la falta de confianza y -por otro lado- intentar mantener una relación a base de la posesión.
Celos se atribuyen en "tu no toques mi pareja porque es mía". La persona celosa, como no controle este impulso, termina tratando a su pareja como un objeto -me atrevería a decir sexual- y provocando el aislamiento del mundo por parte de uno... o de ambos. Vamos un "la maté porque era mía".
Hace unos años me dijo una amiga "ahora no me abraces delante de él". Y yo le dije "Sabes que mis abrazos no conllevan nada malo: ni que te quiera apartar de tu pareja ni que yo te quiera para mi. Respóndeme: ¿tu realmente no quieres abrazos o es una imposición? Pues bien, yo dejaré de abrazarte, pero no te creas que eso solucionará nada: es más, ocultará un problema en vez de resolverlo. Algún día estallarás.". Años más tarde, ella dejó a su pareja porque se había vuelto obsesivo, la trataba como un objeto y apartaba de ella a todos sus amigos.
Y no es el único caso que conozco. El caso es ¿cómo se puede solucionar esto? Creo tener una respuesta, pero es un poco dura.
En primer lugar, es reconocer por parte del celos@ que los celos no son amor. Cambiar el rumbo de la relación: darse cuenta que son dos personas que hacen dos cosas distintas y tienen grupos sociales distintos. Una relación tiene como objetivo procrear, y el amor no es algo reservado sólo a ellos: amar se puede amar a todo el mundo. El cariño es la parte material con la que se expresa ese amor. ¿Que tiene de malo que alguien toque a tu pareja? ¿que tiene de malo que tu pareja sea libre de abrazar a la gente?
En segundo lugar... me se la respuesta a palos. Con los años, cuando no existe ya el concepto de "cuidar de los niños" porque estos ya viven su vida, la pareja degenera: cada uno requiere hacer sus propias actividades, lo que le gusta a uno y no al otro. Y el anular lo que le gusta al otro diciendo "porque a mi no me gustan tu no lo hagas" provoca un malestar. Con los años le tiene cariño a un generador de infelicidad y amargura. Para pasar -si se es valiente- a cortar la relación con semejante ogro y por fin ser libre.
Huye de las relaciones posesivas, y si tienes que elegir entre un amor y tus sueños, elige los sueños, pues un verdadero amor confiaría en ti y no los discutiría.
donde el protagonista es un dibujante
de mangas, y su novia le da a elegir.