¡Que miedo! ¡Honduras! PARTE 2

>> miércoles, septiembre 13, 2006

Continuación del texto “¡Que miedo! ¡Honduras! Parte 1

¡Que miedo me provoca Honduras! Antes de venir, sólo escuchaba cosas de Honduras malas. Pero sabía que era como las noticias del País Vasco en la tele: parecía que estuviéramos en guerra, que me fuesen a pegar un tiro por la calle o que no pudiese andar con libertad ¡lo que hace la tele! No era -ni por asomo- eso; y si en algo coincidía, debo decir que tenía millares de cosas buenas que jamás se contaba.

Recuerdo que mi familia de Andalucia le preguntó a una conocida vasca: “¿Y dónde guardáis las armas?” Quizás es una exageración…

A Honduras llego con estos datos: “Muertos por las calles… corrupción… enfermedades… inundaciones…” Pero ésto a mi no me influye, estoy acostumbrado a no hacer caso de lo que rumorean los demás, y menos los medios de comunicación. Honduras me ha chocado, me ha hecho plantearme ¿dónde quiero vivir? ¿qué deseo hacer con mi vida? ¿dónde está la felicidad?

Incluso cuando llegué, me comentaron lo peligroso de andar por la calles, de ver muertos a 3 metros, de que te matan por nada… pero yo no he tenido ese miedo. Y no es por hacerme el valiente, pero imaginaos que nada más llegar todo el mundo quiere saludarte, hablar contigo y que le cuentes las cosas de tu país. Que son cariñosos, que te ofrecen todo sin ni siquiera pedirlo: “Sergio, si quieres te llevo yo, sólo llámame”, “Sergio, toma esto para comer”, “Sergio, te he traído un refresco”, “¡Vengase a mi casa a comer!”, “Si quiere, puede dormir en mi casa”… Sergio… Sergio…


Todo el mundo ofrece todo… Todo parece compartirse. Si vais a los Hechos de los Apóstoles, existe un texto titulado “La primera comunidad”… pues eso parecía. Entonces, viendo que aquí se puede ser feliz ¿me quedo?

Venir como misionero puede sonar a "cosa exótica". Lo que más te llega es que vean en tí una persona que ha cruzado el Atlántico sólo para estar con ellos. Y al ser los españoles altos, blanquitos y con ojos claros… les encanta ver algo diferente. ¿Podría decirse que uno viene a exhibirse, a impresionar? ¿Eso es bueno? Pues veo que sí, porque da un impulso a la gente a INICIAR sus compromisos. En verdad son ellos los que son los buenos, los que hacen mucho más y los que reparten más. Pero creo que todos necesitamos a alguien que venga a apoyarnos. Necesitamos que nos digan “¡Adelante!”

¿Dónde haces falta? ¿A qué has venido?

Y me plateo el eterno problema de mi felicidad, aún sabiendo que tanto buscarla fuera en vez de dentro de mí no me va a dar resultados de mejora... pero es que uno salío así.

En Honduras la gente es feliz. Y no tiene casi nada. Y creo que eso hace que sean felices. Porque en España existe el dios del dinero, que le absorbe uno. El dios de la comodidad, que hace que nos quedemos en casa sin hacer nada. El dios de la tecnología, que evita que hablemos en grupo porque es individualista. El dios del "qué dirán", que hace que te avergüences de ser como eres...

Fui a Honduras y encontré felicidad. Pero es en parte un engaño: la encontré porque me libré de la cruz que soporto en España. Me olvidé por unos días de mis compromisos, de la gente que cuido, del dinero, de la tecnología, de los problemas a afrontar. Y con ello pensé que debería quedarme en Honduras para ser feliz.

Pero eso sería huir. Me entristece pensar que un Hondureño quiera salir de su país para "mejorar de vida". Debido a la tele... países como EEUU o Europa parecen una joya. Eso es un engaño. En EEUU tratan a los extranjeros como ganado, les pagan mal por un trabajo duro y no tienen ni seguridad social. Para colmo la vida es cara y los que pueden (y quieren, porque muchos "latinos" se olvidan de sus propias familias) consiguen enviar un poco de dinero a sus países. Resultado: Tristeza porque se vive sólo por un puñado de dólares, tristeza doble porque no puedes estar con tu familia.

En Europa, más de lo mismo: Quizás el bienestar es mejor que en EEUU (al menos para mí), pero la tristeza es enorme. No hay alegría en España. Los "dioses" modernos se la han cargado. Ya no hay niños jugando por las calles de mi barrio, donde hace años estábamos todos. La gente esta mas triste porque no alcanza sus objetivos materialistas, que entre ellos no sólo estan los objetos, sino "la chica perfecta que no existe, pero que sale por la tele".

He vuelto a España y, de repente, me caí: Me ahogo. No sé porqué pero vuelve el fantasma de las cosas que necesito y no tengo, y que si las tuviese no estaría contento. Vuelve el fantasma de la gente prepotente, que intenta hundirte con tal de conseguir su seguridad. Vuelve le fantasma del "yo no soy bueno en nada". Vuelve el fantasma de la soledad. Vuelve el fantasma de la rapidez, la prisa, hacerlo todo ahora y ya.

Y por eso, estando en Honduras, y espontaneamente hablando dije: "Me hubiese gustado haber nacido Hondureño".

3 han cogido un SUGUS:

AnY miércoles, septiembre 13, 2006 1:09:00 p. m.  

jolin sergio qe experiencia mas ratificante lo de honduras,me da una envidia¡¡!!seguro q ayi as dejado una gran huella tuya imposile de borrar¡!,me alegro que estes bien,espero inquieta tu siguiente post para que sigas contando mas cosas.Un besazo enorme wapo¡¡!ana

***SöL*** miércoles, septiembre 27, 2006 4:04:00 p. m.  

Qué experencia tan intensa verdad?
se puede decir q yo siento algo como tú cuando voy a argentina, pero a otro nivel, en cuanto a la familia. Al no vernos nunca, cuando llegamos alli por unos dias, todos nos invitan a ir con ellos...por lo que se vive con mucha intensidad todos esos días. Los misioneros cuando vais alli pasa lo mismo, todos quieren compartir con vosotros.
No es un error q quieran ir a EEUU o a España, porque nos guste o no, todo ese amor que ellos viven, todos esos sentimientos...no nos dan de comer, es lo q siempre me dicen mis padres, y lo q ellos aprendieron a palos, es por eso q se emigra...a nadie le gusta dejar su familia (ay mucho valor de familia en latinoamerica), los amigos...pero es a lo q llega la necesidad, el no poder dar un futuro a tus hijos, unos estudios, una estabilidad, seguridad... o un pan q comer...
En estos paises, al carecer de todos esos bienes materiales, son menos obstáculos para llegar a Dios, al amor...aqui sin embargo, no nos falta de nada, pero cuanto mas tenemos mas queremos, son más obstáculos para llegar a la felicidad, porque cada vez valoramos menos lo que tenemos, ¡¡SI CON TAN POCO PODEMOS SER TAN FELICES SI APRENDEMOS A VALORARLO!!....

UNO BESOTE WAPOO!! MUAKSSSSSS!!! NOS VEMOSS!

Sugus miércoles, septiembre 27, 2006 8:22:00 p. m.  

La diferencia es que en Honduras conocí cómo algunas madres se van a EEUU y lejos de hacerlo para ayudar a sus hijos, los abandonan. Lo mismo ocurre con los padres (que normalmente no reconocen o tienen constancia de que existen sus hijos).

Realmente, (y en un caso extremo), comer se puede comer incluso en una isla desierta... Ahora bien, si se quiere comer manteniendo una estabilidad (seguridad de que no vendrá alguien y te lo robe todo) o lo que se quiere es dar una enseñanza superior a los hijos... igual optas por elegir un pais diferente.

PEro tambien hay otras vias sin necesidad de ir a otro pais, aunque son mas costosas. Por ejemplo, reunirse en comunidades para realizar construcciones, centros sociales, centros alimentarios... es decir, realizar una politica social al margen de los politicos (cuando estos no lo hacen bien). Puesto que la union social no es algo en contra de la ley (excepto algunos paises comunistas).

Vamos, que es un mundo. La via rapida puede ser abandonarlo todo todito todo...

La via lenta y dura es arreglar tu propio país, cosa bastante dificil y heróica (aunque sea simplemente a nivel de un barrio).

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