- Hola, buenas: estoy buscando el departamento de vida.
- Aquí es ¿qué desea?
- Pues mire, es que tengo muchas personas a las que amo, pero una está triste.
- ¿En serio? ¿Y qué desea hacer?
- Pues como no sé como hacer que esté más feliz... quería arreglarlo donando un día de mi vida.
- Ummm.. déjeme ver el día de su muerte, y veremos si puede donarlo.
- Sí, por favor. En otro caso lo resolvería de otra forma, pero visto que no puedo arreglarlo de forma física, no he visto otra solución.
- Hombre, podría usted orar por ella. De esta forma no pierde un día de su vida e igualmente está infringiéndole amor a su alma.
- Sí, eso lo hago: pero en el caso de que no funcione, quería donar el día.
- De acuerdo. Viendo la fecha de su muerte, no pasa nada porque usted pierda un día. De hecho, haciendo semejante gesto, usted está perdiendo más días: porque su vida en la tierra consiste en aprender a amar, y dando vida por los otros es la mayor expresión de amor. Por ello, firme aquí que aceptamos su solicitud.
- ¡Vale! Pero entonces ¿cuándo me muero?
- Ups... eso no se lo puedo decir: de todas formas, no serviría de nada decírselo.
- Vale, lo comprendo. Muchas gracias.
- De nada: hasta luego.
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