Arte como Objetivo (y 3)

...viene de "Arte como Objetivo (1)" y después "Arte como Objetivo (2)":

Leonardo da Vinci quería conocerlo todo, experimentar: porque había un rayo de luz en su mente que le hacía amar el arte. Era su forma de expresarse, y lo hacía a pesar de que la gente se metía con él, y le hacía la vida imposible: los que sabían mucho de algo seguramente le hicieron tener que abandonar su ciudad.

Y ahora vengo yo. Yo... quiero expresar a mi mismo el amor que podría alcanzar. No tengo técnica para nada... pero sí se que tengo capacidad de creación: como todo el mundo. Y quiero explotar esa creación. Pero para eso necesito técnica, la técnica suficiente para poder expresar lo que quiero crear.

A una edad "muy mala": Nadie se atreve a esta edad seguir investigando. Las demás personas suele conseguir al menos un "arte" a los 20 años. Yo tuve uno ya con 10 años: era la informática. Por entonces, nadie sabia nada de ordenadores y yo ya hacía mis propios programas. Pero no es algo que llegase a la gente, y no podía expresar con eso nada, ya que nadie sabía recibir lo que quería expresar. La comunicación es cosa de dos. Existe emisor, mensaje... pero no receptor.

Por ejemplo: hice un programa con la orla del instituto. Salían todos los compañeros de clase, y era como una página web moderna (no existía internet entonces, pero yo me adelanté). Se la enseñé a un profesor y flipó: me dijo que la instalase en el único ordenador que tenía el colegio. Así lo hice... pero nadie prestó atención a esa "creación" que realicé. No había receptor.

Aun hoy en día sigo intentado la vía de la informática con el blog: pero es sólo una forma de expresar que estoy buscando cómo expresarme.

Y a todo ésto ¿no empezaste hablando de que te ibas a Japón? ¿qué tiene que ver? Pues es una vía de expresarme: Todavía no se expresarme con "los humanos": Sí, así lo lees, así lo siento. Sigo siendo una persona que no tiene grupo de amigos (sí amigos individuales), que esta todo el día de arriba a abajo y no sabe centrarse con las personas. Es más: no sé cómo reaccionar delante de ellas, me pongo nervioso, hablo mucho, y digo muchas tonterías. Me incomodan los silencios porque tengo una una espinilla clavada de cuando era adolescente: yo era considerado aburrido y nadie quería estar conmigo. Y así pasé, y paso, la mayor parte de mi vida: solo. Pero ¡no lo veas como triste!, sino que es, por ahora, como mejor me siento.

Irme a Japón es ponerme a prueba sobre algo que intenté antes y nunca he conseguido: engancharme a las personas. Ponlo difícil: quiero retomar el hacer las cosas como si fuese un bebé: Desconozco la cultura, desconozco el idioma, la forma de ser, la sociedad, los pensamientos.... y ¡quiero aprenderlo! Porque no sabré de nada: pero sí que sé que puedo "crear".

Y me creo un principio de un ideal: completar las cosas que empiezo, aprender hasta el punto de expresar sin hablar lo que siento. De poder expresar amor a las personas, y que les llegue. Y para eso aprenderé un idioma, y así expresarme. Y aprenderé a vivir manteniéndome por mi mismo, pero con dependencia espiritual de los demás. Para después poder seguir aprendiendo música para poner expresar lo que siento sin hablar. Y poder realizar un edificio para que alguien se sienta feliz al saber que lo hice para él, por amor. E ir de misionero para poder expresar que la felicidad está en el alma, no en lo material. Y poder pintar dibujos que expresen lo que me ocurre, sin decir palabra. Y poder equivocarme, para aprender lo bonito que es aprender. Y empezar a hacer cosas de las que expresen lo que quiero, teniendo un receptor que quiera saber lo que digo.: con arte. Por que mi objetivo es el amor.

Y por eso aprendo japonés.
Por eso hago arquitectura.
Por eso estudio guitarra.
Por eso diseño un blog.
Por eso dibujo manga.
Por eso viajo a misiones.
Por eso voy a catequesis.
Porque quiero expresarte con actos... lo mucho que te quiero.