El Mirador de Sanchinarro
>> martes, diciembre 28, 2004
Estaba yo tranquilamente en la cafetería del tren Talgo, leyendo unas revistas de Arquitectura. En ésto se sienta al lado un niño que de vez en cuando me miraba de reojo. Cuando lo hacía, yo rápidamente le miraba fijamente y apartaba la vista. Así varias veces hasta que se puso a reir. La historia acaba dos horas después, tiempo en el que hablé con la madre y con el niño de muchas cosas. El chico se llamaba Miguel, y una de las cosas que hicimos fue "re-colorear" el edificio que mi profesora de Proyectos 1, Blanca Lleó diseñó en Sanchinarro:
Foto del edificio:
Re-coloreo de Miguel (sin haber visto el original):
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