Los "lunies" al Sol

El primer Lunes de Faro me tocó estar al Sol. Lo digo así porque me quemé y a partir de ese día mi espalda no permitia ser tocada por nadie.

Fue el día más tranquilo para mí. No por falta de trabajo, sino porque podía hacer las cosas a mi ritmo y sin que nadie estuviera pendiente de mi o de lo que hago. Normalmente, como éramos 12, estábamos de arriba a abajo -¡tú, ayúdame!; ¡oye, necesito... !-, no no no: no tienes a nadie que decirle nada ni que te digan, así que todo lo tienes que hacer tú: a eso me refiero con "mi ritmo".

Me quedé con Isa y Laura (arriba en la foto). El resto llevó a los niños a la piscina y nosotros nos quedamos con las "sisters" (=hermanas de la caridad). Lo que más me gustó es que, al ser sólo 3 los que estábamos, podía entablar conversaciones más profundas, sinceras y sin miedo a interrupciones. Esto me supone ser más "yo mismo", pues ya os he dicho que soy "francotirador" (="me gusta la conversación individual o de tres personas"). Normalmente, si hay mucha gente, suelen destacar más los "generales" (="persona que habla bien en grupos grandes"), pero los más tímidos o "francotiradores" se quedan callados o no pueden expresar sus pensamientos con libertad, ya que requieren más tiempo o atención.Ese día despedimos al grupo anterior de Faro. Eran 3 chicas (María, Inés y Esther) y un chico, Miguel. Habían ido individualmente a ayudar, sin grupo, simplemente para estar unos días con las monjas. Esto es de admirar: ¡hacer algo tú sólo!. Y para colmo, eran trabajadores a más no poder.

Una anécdota es la entrega de ropa a la gente. Como venían en masa, debíamos esparcirla por el patio para que no la cogiesen en conjunto y sin siquiera mirar lo que cogían. Vamos, evitando el "tonto el último". Después, una vez abierta la puerta, comenzaba el "show": las sisters y nosotros mirábamos un espectáculo similar al primer día de las rebajas, sólo que la ropa no se paga.

Ya os contaré más. Ya que este día también conté mi visión de "el purgatorio", pero eso lo dejo para otros blogazo. Por ahora, esto es lo que ocurrió mi día favorito.