Concierto en la parroquia de Juan
>> miércoles, enero 11, 2006
Si es que cuando tengo tiempo y me invitan, voy... jejeje.
Hace mucho tiempo, cuando vivía en San Sebastián, tenía una amiga cuyo padre tocaba el contrabajo en la Orquesta de Euskadi. La cuestión es que los "familiares" tienen gratis el palco preferente del auditorio... ¡y allí estaba yo!
Lo más bonito de la música clásica en directo lo divido en dos. Primero, si tienes una lectura de seguimiento de la obra (es dicir, la "historia" contenida en la música), resulta apasionante porque es como seguir la música en una película. Segundo, fijate en un intrumento y mira quien lo toca. Verás el "arte" que tiene cada músico para tocar.
Yo me quedé impresionado con los violinistas, ya que mueven los dedos a una velocidad que, para mi, considero que ya en esta vida no podré llegar a ello.
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