CATEQUESIS: Coro, último día

Éste fué un día divertido. Tenía preparado repasar todo lo que habíamos hecho durante el año... pero los imprevistos nos hicieron juntar los tre grupos de Catequesis: Con lo que hablamos del Espino.

Yo no se como explicar el Espino: Pero para mí fue una experiencia inolvidable. No es que sea algo galáctico o fuera de lo normal, sino lo contrario, es encontrar paz, encontrar tiempo, conocer a las persona más intimamente. No es una comedura de coco, no es un acto religoso en el que se esté todo el día rezando... es un encuentro contigo, con el amor...

Lejos de querer convencer o no, mas bien diría algo básico: Si te vas a pasar una semana viendo la tele ¡mejor vente al Espino! Lo agradecerás.

Y después... ¡¡HORRORES!! ¡¡NO HABÍA CORO!! Nada, pues dije ¡hagamos nosotros el coro!. Teniendo en cuenta que lo formaban mis catecumenas y yo... ¡Y en tan sólo 20 minutos antes de empezar la misa!. Vamos, que no éramos gente experta y ni siquiera teníamos tiempo para practicar algo... jajaja. Con todas estas características en contra creo que salió de maravilla.

Y es que un coro no requiere que cante bien, sino poner el esfuerzo por hacerlo, y que la gente disfrute de las canciones cantándolas ellos. Como decía la Madre Teresa de Calcuta: Lo importante no es el trabajo que uno hace, sino el amor que pones en él.

¡CATECUMEN@S! El año que viene intentamos currarnos el coro más jóven de la Iglesia!